dijous, 30 de juliol del 2009

Piter y yo. Sirmione y Catulo


Odi et amo. Quare id faciam? fortasse requiris

Nescio, sed fieri sentio et excrucior

Catullo

Dicen que la lluvia puede ser muy romántica....yo creo que depende de con quién la veas caer....mi segunda mañana en Mantua, la lluvia, aunque mucho más leve y ligera, me seguía pareciendo un fastidio.
Había madrugado porque quería hacer muchas cosas ese día...iba a ir a Vicenza, la ciudad de Palladio, hasta tenía impresa la ruta para llegar a Villa Rotonda....pero la televisión me dió el primer disgusto: las lluvias torrenciales estaban ahora sobre Vicenza, y no pensaba arriesgarme de nuevo con ellas: adiós a Palladio....estaba más que fastidiada, desde el día anterior nada me salía bien!!! Rávena y Vicenza eran mis opciones más personales, pero Vicenza sobre todo está fuera de los circuitos y hay que ir
ex profeso...además era el quinto centenario de Palladio...Mientras desayunaba pensé que, quizá, sólo quizá, podía desafiar a mi mala suerte y hacer una última intentona para llegar al Palazzo Te.....como ya he dicho en alguna ocasión, soy muy cabezota....me despedí de Clara, mi casera, y volví a seguir las indicaciones, hasta que cesaron....pero esta vez, sí conseguí llegar...y como era pronto, estaba cerrado....podía esperar una hora larga hasta que abrieran, pero decidí que era mejor seguir viaje: hasta yo sé reconocer cuando me han vencido, así que dí la vuelta y ya que no podía ir hacia Vicenza, me dirigí a Verona....
He de reconocer que no estaba de buen humor: la lluvia me seguía acompañando y no disfruté mucho de la visita....aparqué muy cerca de la Arena y entré a verla. Es muy espectacular, ciertamente, ya que aunque le falta el muro exterior se conserva entera, tanto, que se utiliza para representaciones...


De hecho, estaba llena de focos y cortinajes que cubrían las salidas y se movían con el aire...y si no te andabas con ojo, te golpeaban empapados de agua...eso sí, la ví entera, sin perderme detalle: no me sentía como Felipe II luchando contra los elementos, pero ya estaba bien de que la lluvia me fastidiara los planes.
Sin embargo, cuando acabé el recorrido, no me apetecía ir en busca de la (falsa) tumba de Julieta bajo la lluvia: sé que no pega con mi fama de romántica, pero era mucho más apetecible ir hacia el Lago di Garda y Sirmione....
Llegué al Lago y estuve largo rato recorriéndolo, bordeándolo, parando para tomar fotos, disfrutando del clima, (había cesado de llover) y del paisaje...era primera hora de la tarde y consideré tomar uno de los barcos que hacen excursiones por el Lago, pero quería llegar a Sirmione y esa noche ya dormía en el Piemonte: no sabía cúanto tardaría en llegar a mi alojamiento y no quería llegar muy tarde, así que continué hacia Sirmione y fue allí donde me reconcilié con Italia...no figuraba en mis planes al principio del viaje, la añadí más tarde, quién me iba a decir que me iba a gustar tanto....
Es una pequeña población situada en una península, llena de rincones románticos, con un castillo medieval, la Rocca scaligera,
que se adentra en el lago y un yacimiento arqueológico con los restos de una villa romana que recibe el nombre de Le Grotte de Catullo.

....La ciudad estaba atestada de gente, ya que es muy turística....conseguí aparcar el coche y visitarla en un tiempo record: me preocupaba dejarlo cargado con todo el equipaje y además el estacionamiento estaba limitado a una hora. Atravesé Sirmione de lado a lado y aún apurada la pude disfutar...aunque había nubes, el tiempo era agradable, primaveral....aquel paseo me sentó de maravilla, y cuando dejé atrás la ciudad y me dirigí hacia el yacimiento, aún disfruté más, por el paisaje y las vistas del Lago....
El yacimiento debe su nombre al gran Catulo ya que se sabía que había vivido en Sirmione (era oriundo de Verona) y se creía, erróneamente, que ésta debía ser su villa, cuando en realidad, es posterior a él...pero era bonito pensar que pasó aquí apasionadas veladas con Lesbia...


En el siglo XIX, cuando las ruinas estaban cubiertas de maleza, se las llamó grutas, ya que las columnatas cubiertas de vegetación tenían ese aspecto....pero hoy lucen al descubierto, y son maravillosas....


A pesar de lo apresurado de la visita, todo fue perfecto en Sirmione: el tiempo, la luz, la sorpresa ante lo que veía...quizá fue porque estaba algo decepcionada después de los problemas en Rávena y Mantua, pero aquella visita me supuso un receso, volver a recuperar el control de mi viaje....como en tantas otras ocasiones, lamenté dejarla atrás, pero esa noche mi alojamiento estaba en un pueblo pequeño, Vignale Monferrato, que aún debía encontrar....así que me despedí, no sin pesar, de Sirmione y de Catulo, y emprendí viaje hacia el Piemonte.

2 comentaris:

Jose Angel ha dit...

La leche Monique, lo tuyo con las tierras del gran imperio ya da miedo... Excelentes descripciones.. Has pensado en escribir una guia (en serio)?

Monique LaMer ha dit...

Me halagas, pero no...que sería, la "Guía de Italia de Piter y Monique LaMer"? El título me gusta pero cuando viajo sola voy muy a lo mío (en Florencia me olvidé de comer) y sería una guía terrible...En cualquier caso, aquello es tan hermoso que es imposible no dejarse llevar al escribir...estoy esperando tus descripciones del Pirineo...