dissabte, 4 de juliol del 2009

Piter y yo. Firenze III


No me apetecía
regresar a Firenze.
Quería quedarme en Lucca y quizá ir hasta Torre del Lago Puccini pero tenía la entrada para los Ufizzi desde hacía dos meses, y era un pecado no ir....además me aguardaba Fra Angelico y no había visto el Battistero....se puede ser remolona ante la perspectiva de una visita a Florencia? Oh, sí se puede!
Pero finalmente aquella mañana me levanté y repetí el mismo camino que el día anterior, con una breve parada en una de las oficinas de la Autostrada para cumplir con mi deber y pagar el peaje de Pisa que no pude abonar en su momento....en aquella oficina sólo había un funcionario, y creo que estaba un tanto sorprendido de verme (será, Canny, que como tú dices "Eso no se hace en ningún caso!"?) ...repetí exactamente el mismo trayecto del día anterior y aparqué en el mismo sitio, para qué innovar? y volví a andar hasta Piazza San Marco y allí estaba el Museo...me sorprendió que no hubiera ni un poquito de cola, la verdad es que no sé si alguna vez la hay pero yo me metí dentro directamente, no miré ni horarios ni nada...estaba abierto no?, pues avanti!
La arquitectura del edificio es destacable, porque sobre un nucleo antiguo Michelozzo construyó un convento muy moderno para su época, por encargo de Cosme Médici el Viejo, que pagó todos los gastos ya que quería que en ese convento residieran los dominicos reformados de Fiésole. Fray Angelico pertenecía a esa congregación y recibió el encargo de pintar los frescos de todo el convento con imágenes sobre la meditación cuando ya era un pintor famoso. Todo el monasterio es un museo, desde la sala del Hospicio hasta el Claustro, pasando desde luego por las celdas de los monjes en la parte superior que fueron decoradas por el fraile pintor y sus ayudantes.
Ya dije en el anterior post de Piter y yo que adoro los cuadros de Fra Angelico, así que es fácil imaginarse lo que sentí entre las paredes de aquel convento que le había alojado; primero me dediqué a las pinturas sobre tabla, que se exponen en la antigua sala del Hospicio.....recuerdo vivamente los colores, los dorados, los rostros de los personajes pintados en ellas, esa serena belleza que emanaban , el detalle primoroso del pincel del fraile pintor, medieval, gótico y renacentista a la vez.....son tan, tan hermosos....logicamente no se podían hacer fotografías, y aunque compré la guía del museo no puedo reproducir aquí esas imágenes, pero si algún día váis a Firenze no os lo perdáis...Luego visité el claustro y por último las celdas, la sala capitular, con una impresionante Crucifixion y los refectorios el Mayor y el Menor, que me gustó más...pasé mucho tiempo en la sala del Hospicio e hice el recorrido de las celdas dos veces, y tampoco fui rácana con el tiempo empleado en las celdas de Savonarola....Girolamo Savonarola fue un fraile y predicador dominico, muy famoso en su época por sus apasionadas críticas contra los Médicis, la Iglesia, los lujos y todo aquello que consideraba pecado; en 1494 los Médicis fueron expulsados de Florencia y Savonarola se convirtió en dirigente de la República persiguiendo con saña todo aquello que oliera a pecado: todo objeto confiscado fue purificado por su policía en "La hoguera de las Vanidades". Tres años después, sin embargo, Savonarola fue expulsado de la iglesia y el año siguiente detenido (en San Marco) y ejecutado en la misma hoguera. El convento conserva varios retratos del fraile y algunos objetos de su uso personal...el cilicio pone la piel de gallina...
Al salir del convento, faltaba poco para las doce; mi entrada para los Ufizzi era para las 12.45 y tenía tiempo pero antes debía canjear mi número de reserva por la entrada física, y sabía que habría cola....Mi intención era no detenerme e ir directamente a los Ufizzi, pero entonces, al pasar por el Battistero, me dí cuenta de que abría en 5 minutos...y me quedé. La verdad es que la visita a Florencia no hubiera estado completa sin él. El Battistero di San Giovanni tiene un origen muy antiguo, que se remota al siglo VI, pero posteriormente fue reedificado varias veces. El edificio actual, de ocho lados, que simbolizan la Resurrección de Cristo, es del año 1059. Está revestido de mármol blanco y verde pero las pilastras de las esquinas tienen decoraciones en blanco y negro y además está decorado con una serie de estatuas de distintos autores. El Baptisterio es famoso ante todo por sus puertas. En 1329 Andrea Pisano recibió el encargo de realizar las puertas del lado Este, que posteriormente se trasladaron al Sur. Están formadas por 28 paneles, los 20 superiores tienen escenas de la vida del Bautista, y las 8 restantes representan las Virtudes. En 1401 se llevó a cabo un concurso para decidir quién realizaría las puertas que hoy ocupan el lado Norte; compitieron Ghiberti, Brunelleschi, Donatello y Jacopo della Quercia. Ganó Ghiberti que sólo tenía 21 años y tardó otros tantos en acabarlas.




Puerta Norte

Son de bronce y también tienen 28 paneles, 20 con escenas del Nuevo Testamento y las otras 8 dedicadas a los Evangelistas y a los Padres de la Iglesia. En las intersecciones entre los paneles figuran bustos de profetas. Estas puertas pasaron a ocupar el espacio de las de Pisano, pero luego fueron movidas al lado norte.
En 1425, Ghiberti, ampliamente reconocido como un gran artista, recibió el encargo de las puertas del lado Este, que hoy conocemos como Puertas del Paraíso.




Esta vez, él y sus ayudantes tardaron 27 años en acabarlas....las puertas están formadas por diez paneles que reproducen escenas de Antiguo Testamento pero no están inscritos en rosetones como las anteriores; una innovación importante es que cada panel reproduce distintas escenas de un mismo episodio, por ejemplo, en el Sacrificio de Isaac, vemos como Abraham está a punto de sacrificar a su hijo pero también la visita de los Tres Ángeles.



Estas puertas fueron las más complicadas de realizar pero también son las más hermosas, el mismo Ghiberti se mostraba orgulloso de su obra (llegó a inmortalizarse en ella) y fue Miguel Ángel quien les dió el nombre de "Puertas del Paraíso"....



La modestia no era su fuerte

Sin embargo, las maravillas también aguardan dentro....El edificio está revestido de mármol blanco y negro como el exterior y el ábside se recubrió de mosaicos de estilo bizantino en el siglo XIII.



El ábside está dominado por la representación del Juicio Final con un enorme Pantocrator, a la derecha los salvados abandonando sus tumbas y a la izquierda el castigo para los condenados, con la famosa escena del monstruo devorándolos.



Además también hay escenas de la vida de María, Cristo, San Juan, coros de ángeles...la sensación de detalle y de abigarramiento es tal que resulta difícil seguir el orden de las escenas, aparte de lo incómodo que resulta mirar hacia arriba durante tanto tiempo.....pero era maravilloso...el interior del battistero es algo oscuro pero aquellos mosaicos resplandecían....
Al salir me ví en la necesidad de correr para llegar a las taquillas de los Ufizzi...sin embargo, no sólo conseguí canjear la reserva por la entrada rapidamente sino que entré al Museo antes de la hora prevista....no voy a explicar qué ví en los Ufizzi: no hay post suficientes.....la riqueza del Museo es tal que creo que si volviera a verlo, muchas obras se mostrarían ante mí como la primera vez, porque es absolutamente imposible recordarlas todas, tansiquiera una cuarta parte....


Cuando salí, me dolía todo el cuerpo....el primer día en Florencia me olvidé de comer, el segundo comí entre San Marco y el Battistero, pero mi cuerpo se rebelaba contra tanta tortura: el espíritu puede alimentarse de arte pero el cuerpo no....

No lamenté despedirme de Florencia: había visto todo lo que de verdad deseaba ver, aunque muchas cosas se habían quedado en el tintero, pero sabía como ahora también sé, que habría otras oportunidades...creo poder decir que me sentía feliz a pesar del cansancio y del hambre, y que dos días seguidos en Florencia son suficientes: una estancia más larga permite verla en profundidad pero si dos días agotan los sentidos, en una semana el Mal de Stendhal se vuelve crónico....
Yo agradecí regresar a mi querida Lucca....era nuestra última noche y salí a recorrerla una vez más...