No es responsabilidad mía contar qué hicimos los días que pasamos juntas Eli y yo, pero hay un aspecto en particular que creo debo tratar: los mosquitos tigre. Es cierto que a ella también le picaron, pero no como a mí, oh no!...tuve que acudir a una farmacia en Lucca porque tenía las piernas, como decía mi abuela, "fetes un cromo": las picaduras del mosquito tigre se hinchan, son rojas, enormes y pican mucho....además durante mi visita a Luni debió picarme un bicho gigante que me dejó una marca enorme que aún no ha desaparecido del todo y que era ya dolorosamente evidente cuando acudí al aeropuerto de Pisa.....Creo que nunca he deseado tanto la extinción de una especie...
Cuando nos despedimos en el aeropuerto, ella no quería marcharse y yo no la quería dejar marchar....finalmente, nos dijimos arrivederci! y con pesar, emprendí camino hacia Módena.....
Llegué a Módena vía Bologna, cuya circunvalación Dios confunda y tras dejar las cosas en el hotel, que estaba a las afueras, me marché corriendo a la ciudad, esperando al menos ser capaz de encontrar el centro histórico....tuve mucha suerte porque aparqué muy cerca y llegué facilmente a la Catedral, blanca y románica...lástima que estuvieran restaurándola y no pudiera apreciarla entera, ni a ella ni a la torre Ghirlandina....sí pude pasear por la piazza Grande y ver la Preda Ringadora, una piedra de mármol de tres metros sobre la que hablaban los oradores pero sobre la que también se ejecutaba a los reos....por desgracia me enteré de la existencia de La Bonissima cuando ya me había marchado de la ciudad....no hay guías perfectas...
Módena era (es) bonita y elegante, pero yo estaba triste y aunque estuve un rato dando un paseo por el centro no quise quedarme a cenar en la ciudad. Supongo que tendré que volver para resarcirla y a mí también...en el hotel me recomendaron una taberna y cené en un jardín, rodeada de italianos gritones como en una película....la cena, por cierto, fue estupenda...
Ella estaba con nosotros aquella noche en Módena
Al día siguiente me marché a Ferrara...por primera vez durante el viaje, me reencontré con el fiume Po...
Ferrara es una ciudad a la medida del hombre, diseñada para pasear....el trazado de la ciudad se debe a sus gobernantes, los Este, responsables directos de su planificación, porque la hicieron a su gusto, un gusto magnífico.....mi punto de partida fue la Piazza Cattedrale donde también se encuentra el Palazzo Municipale,
y un poco más adelante, junto a la pequeña piazza Savonarola, el Castello Estense. Al salir del castillo, seguí hacia el Palazzo dei Diamanti, y el Palazzo Prosperi Sacrati.
De regreso al hotel, recorrí las calles del ghetto judío y su Museo....Pasé mucho calor y la visita fue agotadora, además no ví ni la mitad de todo lo que la ciudad tiene que ofrecer; pero Ferrara me encantó, me pareció una ciudad tranquila, elegante y armoniosa, orgullosa de un pasado espléndido que se puede contemplar en cualquier calle....
En Ferrara también luchan contra el mosquito tigre
Al día siguiente, debía llegar a Torino; no quería hacer el viaje de una tirada pues además de largo, hay muchos lugares interesantes por el camino. De las distintas paradas posibles elegí Cremona y la Cartuja de Pavía, ya que el resto de ciudades, según la guía Michelín, necesitaban como mínimo de medio día y yo no quería llegar muy tarde a Turín.....soy una experta en el "pensat i fet"...
Cremona es la ciudad de Stradivarius, y a ella acude todo aquel que quiere convertirse en un luthier, un artesano constructor de violines...y llegan de todo el mundo (haz click en la foto y verás lo que quiero decir).
Como de costumbre me quedé con la boca abierta en Cremona, por la magnificencia de su Duomo, dedicado a Santa Maria Assunta, de su Battistero y de la torre campanario, llamada el Torrazzo, que no sólo es bonita sino que además es la más alta y singular de toda Italia; además están enclavados en un plaza muy amplia que permite contemplarlos a placer....en realidad todo el centro de la ciudad es muy agradable, con casas bajas y calles adoquinadas para pasear tranquilamente....
El curioso reloj del Torrazzo con los signos astrales
Poste italiane en Cremona
La verdad es que fue una pena no poder dedicarle más tiempo, pero Cremona era una escala, y la siguiente parada era la Cartuja de Pavía. El año pasado estuve a punto de ir, pero finalmente decidí no desviarme tanto: esta vez, iría...
La Cartuja de Pavía es una maravilla,
no hay otro adjetivo mejor.
De lejos, la fachada ya te parece impresionante pero cuando te acercas y aprecias los detalles no tienes ojos suficientes para tanta hermosura...es exuberante, excesiva, inapropiada para un edificio religioso y el interior, también es impresionante: la Cartuja parece pequeña por fuera, pero la iglesia es muy grande y además posee dos claustros....tuve allí la vieja sensación que percibí el año pasado, la duda entre entrar o seguir contemplándola por fuera, deseando poder hacer las dos cosas a la vez....a ello se sumaba el hecho de que para poder verla por dentro iba a saltarme el código de indumentaria...pero o me saltaba las normas, o no la veía por dentro y yo venía desde muy lejos...eso sí, estaba prohibido hacer fotografías en el interior, y esa norma sí la respeté (a mi pesar). Los monjes empezaron a desalojar la iglesia mucho antes de la hora que marcaba mi guía, (ya dije que ninguna es perfecta) pero afortunadamente la había visto bien....a riesgo de convertirme en una estatua de sal, eché un vistazo atrás mientras abandonaba el recinto, prometiéndome a mí misma regresar....y entonces, emprendí la ultima etapa del viaje hacia Torino.no hay otro adjetivo mejor.
3 comentaris:
A este paso no creo que haga falta viajar "a las italias", con tu blog es como estar ahi.....pero quizas falta una ilustracion del famoso mosquito tigre italiano amante devoto de las piernas de una cartera española, jeje.
a Luni et va picar un "gamusino", reina...
Con, tus deseos son órdenes...pero te aseguro que e smejor verlo en directo...y me refiero a Italia no al bicho XD
Elisabet, o un gamusino o un galipando, el que està clar es que es va quedar a gust, el tío...
;)
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