dissabte, 14 de març del 2009

Welcome to the Blackadder Appreciation Society


"Muchas grandes dinastías, fuertes y valientes, han tenido su papel en la formación de la herencia británica. Los Blackadder no son una de ellas...."



Nunca hablo de cine, libros ni series de TV en Hidden Planet: sólo creo haberlo hecho una vez, cuando escribí las razones por las que soy una trekkie...evidentemente que no hable de estos temas no quiere decir que no lea, que no me guste el cine o determinados programas....tendré que poner remedio a esta situación un día de estos. Pero hoy voy a hablar de otra serie, porque hace dos días vino a mi memoria y recordé los buenos ratos que pasé con ella.

La serie fue una creación de Rowan Atkinson, Richard Curtis y Ben Elton durante los años 80, aunque yo la ví en los 90 (cúanto tiempo, no?). Su título era The Blackadder, "La Víbora Negra" y contaba la penurias (porque a eso no se le puede llamar vida) de Edmund Blackadder y sus descendientes desde el siglo XV hasta la I Guerra Mundial.
Se suponía que el Edmund de cada época era descendiente del anterior, aunque algunos no habían tenido hijos....el primer Blackadder había sido un príncipe Plantagenet que había adoptado el apodo, y luego todos sus descendientes lo usaron como apellido.
La familia había ido a menos con el tiempo: primero habían sido nobles y acabaron siendo soldados durante la Gran Guerra; pero el que no cambiaba era Edmund, que aunque cada vez era más inteligente, siempre fue un ser despreciable, un cínico egoísta y un cobarde que sin embargo hacía observaciones críticas y acertadas sobre sus contemporáneos, dejando ver lo estúpido de su proceder en muchas ocasiones....vamos, un personaje magnífico, interpretado, desde luego, por Atkinson.
A Edmund le acompañaba siempre Baldrick, una especie de perro faldero cuya familia había estado al servicio de los Blackadder desde siempre. Los Baldrick no sólo eran estúpidos, eran sencillamente repugnantes...y no mejoraron con el paso de los siglos. En cada época, Edmund se relacionaba con distintos personajes: Lord Percy Percy, un noble tonto, la reina Isabel I, el Príncipe Regente...
La serie, que destilaba ese humor inglés tan cínico que a veces ni parece humor, era magnífica: los guiones, los diálogos, la interpretación: Rowan Atkinson es para mí Edmund, no Mr. Bean; quien quiera ver a Hugh Laurie sin estetoscopio debe ver Blackadder, y Miranda Richardson como Isabel I tampoco tiene desperdicio......En resumen, no me la perdía, y me lo pasaba en grande: Edmund era el tipo más despreciable de la Humanidad, pero era fascinante.


Y por qué la he recordado? Hace tres veranos, hice un viaje a Escocia y me quedé de piedra al ver que en la Catedral de Glasgow hay un ala Blackadder. Aunque no pude visitarla, hice una fotografía del cartel de acceso, no sólo porque la serie me encantaba sino porque algunos de mis amigos y yo utilizábamos en broma su nombre en catalán "L ´escurçó negre" (veía Blackadder en TV3, luego la emitieron en Canal 9 y volví a verla entera) para referirnos a cierta canción de Mª del Mar Bonet, clásica en nuestros momentos gamberros..........el pasado miércoles, revisando el album, ví aquella fotografía y todos los recuerdos asociados vinieron a mí en oleadas, fue genial....a veces, no es necesaria una magdalena para recordar épocas felices......

(La ilustración procede de Internet)

2 comentaris:

elisabet ha dit...

L'escurçó negre!!!
Uf, a TV3 feien sèries boníssimes d'humor britànic que suposo que han anat formant aquest humor cínic que tenim la majoria dels que les hem vist... Algun dia en podríem parlar més!
muà

Monique LaMer ha dit...

Quant vullgues!!