Pigmalión

Pigmalión, el bondadoso y justo rey de Chipre, vivía atormentado. Durante años buscó con ardor a una mujer a la que convertir en su esposa...pero su idea de la belleza y de las virtudes era tan elevada, que no halló en ningún lugar una que tansiquiera se acercara a su imagen ideal.....así pues, tomó una decisión: dedicaría toda su habilidad como escultor, que le había llevado a ser comparado con Dédalo, el ingenioso constructor del Laberinto, a crear las más bellas estatuas....
Y de sus hábiles manos ha surgido Galatea, tan hermosa, tan perfecta, que ha sucumbido al hechizo del marfil y se ha enamorado perdidamente de ella. Pero, oh dioses! cómo amar a un ser frío e inerte, que nunca conocerá su amor y sus caricias? Nada consuela al rey, que vive cada día como una tortura, observando sin cesar a su creación, deseando, hermosa locura!, que se llene de vida....
Pero han llegado las fiestas en honor a Afrodita, y Pigmalión, luego de hacer los debidos sacrificios como sacerdote que es, se detiene ante la diosa y se atreve a expresar su deseo: Si, dioses, dar todo podéis, que sea la esposa mía, deseo -sin atreverse a la virgen de marfil decir- Pigmalión, dijo, semejante a la de marfil.
Y he aquí que retorna a palacio, y busca a Galatea, y le besa los labios como tantas otras veces, pero, qué ocurre? parecen calientes, y el marfil se hunde al tacto cual carne, y siente el latir de las venas en sus pulgares! Bondadosa Afrodita! Ella es sin duda la autora de este milagro! Y Pigmalión besa de nuevo a Galatea y ella por fín, abre los ojos.....

Hoy día, sobran los Pigmaliones y las Galateas se defienden solas...