"Cuando pienso en el ojo humano, me dan mareos"
Charles Darwin.
Hoy hace dos años que me operé de la vista y dejé a efectos prácticos de ser miope. Desde luego, allá en lo profundo de mis genes, sigo siéndolo, pero ya no necesito llevar gafas ni lentillas y a veces aún me cuesta creerlo.
He sido miope la mayor parte de mi vida; me pusieron gafas en la escuela y recuerdo que no me importó, aunque consideraba que mis gafas eran horribles....al llegar la adolescencia, mi ilusión era deshacerme de ellas y llevar lentillas: tuve que esperar hasta los 16 años. Las lentillas fueron una liberación, nunca más tuve que guiñar los ojos cuando salía del mar en la playa buscando mi toalla, pude usar gafas de sol, y me reencontré con mi cara al natural.....además me permitían elegir: un día me apetecía ponerme gafas (estas sí eran bonitas) y otro lentillas.....Desde luego pasé por las típicas anécdotas: la lentilla que se cae cuando estás a punto de ponértela, la típica molestia en el ojo hasta que te das cuenta de que la lentilla se ha roto, el dolor cuando una pestaña se cuela entre la lentilla y tu ojo, dormirte cinco minutos y despertar con las lentillas pegadas......pero todo lo daba por bueno....Llevé lentillas durante 17 años; sabía que algún día lo haría, pero la idea de operarme se me antojaba muy lejana, porque veía bien y me sentía cómoda pero en los últimos años comencé a pensarlo seriamente y el día que el ojo derecho empezó a padecer de sequedad, entendí que se me había acabado el tiempo y me lancé.
No explicaré el proceso porque sé que hay gente que tiene aprensión a estas cosas, pero realmente aquello fue increíble, exactamente como siempre me habían dicho. No sentí (ni tampoco ví) absolutamente nada en la operación. Al salir del quirófano, veía todo envuelto en una neblina, pero conforme pasaban los minutos, podía ver cada vez con más claridad, y al salir a la calle, ya era capaz de leer los carteles de los autobuses; yo, que entre miopía y astigmatismo no veía nada!
Se suponía que tenía que dormir unas horas (tus médicos se encargan de eso administrándote un calmante) y aunque efectivamente me dormí, aquello era tan emocionante que sólo quería contárselo a todo el mundo. Era pura ciencia ficción con láser incluido: estaba tan acostumbrada a las lentillas que leer y escribir no me supuso una gran impresión, lo más impresionante fue abrir los ojos al despertar y Ver, algo que no podía hacer desde la infancia......mi vida ha cambiado por completo, he ganado calidad de vida y de visión, y si pudiera darme palmaditas en la espada felicitándome por haber tomado la decisión lo hubiera hecho.
A veces me olvido de aquellos días en que al despertar por la mañana lo primero que hacía era ponerme las gafas...pero de pronto algo me lo recuerda y revivo de nuevo la sensación de maravilla.....
He sido miope la mayor parte de mi vida; me pusieron gafas en la escuela y recuerdo que no me importó, aunque consideraba que mis gafas eran horribles....al llegar la adolescencia, mi ilusión era deshacerme de ellas y llevar lentillas: tuve que esperar hasta los 16 años. Las lentillas fueron una liberación, nunca más tuve que guiñar los ojos cuando salía del mar en la playa buscando mi toalla, pude usar gafas de sol, y me reencontré con mi cara al natural.....además me permitían elegir: un día me apetecía ponerme gafas (estas sí eran bonitas) y otro lentillas.....Desde luego pasé por las típicas anécdotas: la lentilla que se cae cuando estás a punto de ponértela, la típica molestia en el ojo hasta que te das cuenta de que la lentilla se ha roto, el dolor cuando una pestaña se cuela entre la lentilla y tu ojo, dormirte cinco minutos y despertar con las lentillas pegadas......pero todo lo daba por bueno....Llevé lentillas durante 17 años; sabía que algún día lo haría, pero la idea de operarme se me antojaba muy lejana, porque veía bien y me sentía cómoda pero en los últimos años comencé a pensarlo seriamente y el día que el ojo derecho empezó a padecer de sequedad, entendí que se me había acabado el tiempo y me lancé.
No explicaré el proceso porque sé que hay gente que tiene aprensión a estas cosas, pero realmente aquello fue increíble, exactamente como siempre me habían dicho. No sentí (ni tampoco ví) absolutamente nada en la operación. Al salir del quirófano, veía todo envuelto en una neblina, pero conforme pasaban los minutos, podía ver cada vez con más claridad, y al salir a la calle, ya era capaz de leer los carteles de los autobuses; yo, que entre miopía y astigmatismo no veía nada!
Se suponía que tenía que dormir unas horas (tus médicos se encargan de eso administrándote un calmante) y aunque efectivamente me dormí, aquello era tan emocionante que sólo quería contárselo a todo el mundo. Era pura ciencia ficción con láser incluido: estaba tan acostumbrada a las lentillas que leer y escribir no me supuso una gran impresión, lo más impresionante fue abrir los ojos al despertar y Ver, algo que no podía hacer desde la infancia......mi vida ha cambiado por completo, he ganado calidad de vida y de visión, y si pudiera darme palmaditas en la espada felicitándome por haber tomado la decisión lo hubiera hecho.
A veces me olvido de aquellos días en que al despertar por la mañana lo primero que hacía era ponerme las gafas...pero de pronto algo me lo recuerda y revivo de nuevo la sensación de maravilla.....
3 comentaris:
ai, quant que t'entenc...!
però jo sí que vaig passar pànic durant l'operació i em va fer una miqueta de mal. però ja saps que jo no compto, que sóc una hipocondríaca de tres pares.
el dia que vaig veure per primer cop els meus peus a la dutxa, vaig reconèixer que era fantàstic haver-se operat (i que tenia certa urgència anar al podòleg).
Hola Mónica, los días se me escapan de las manos en esta época sin poder escribir e-mails en condiciones...a mí sí que me harían falta unas gafas ¡para ver el tiempo más dilatado!
Un abrazo.
reina, d'on és el primer gran diàleg que tens al marge?
James:
- Sarah, eres la más hermosa de las mujeres enfadadas que he conocido nunca.....
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