dijous, 4 de juny del 2009

La imposible renuncia


Desde
hace varios años llevo siempre al cuello, colgado de una cadena de plata, un colgante que compré en un viaje que hicimos mis amigas y yo...era el fín de semana de la visita del Papa por el Encuentro de las Familias y no queríamos estar aquí, así que nos fuimos todo lo lejos que pudimos, a Toledo. Fue un fín de semana muy intenso, con un calor horrible, día y noche, pero lo pasamos fenomenal. Hacía mucho tiempo que queríamos visitar la ciudad y nos pareció maravillosa. La última mañana que estuvimos allí, compré el colgante, y ya no me lo quité.....apenas tiene valor material, pero sí sentimental y simbólico y si por cualquier motivo no puedo llevarlo, siento que me falta algo.....
Pues bien, esta tarde la he pasado en la playa; la toalla, mi libro y yo; el sol me daba de cara y me he quitado la cadena para que no me quedara marca; la he enrrollado en la muñeca (en el bolso se pierde) y ya está...pero el sueño ha podido conmigo y aún dormida, o en duermevela (porque nunca me duermo del todo en la playa si estoy sola) de pronto he pensado "dónde está tu cadena?". Me he despertado sobresaltada y con el corazón en la garganta...y por supuesto seguía allí donde la había dejado; me la he puesto de nuevo inmediatamente...
Qué habría pasado si la hubiera perdido? Estoy completamente segura de lo mal que me sentiría ahora mismo y cómo me lo reprocharía....Me asusta pensar en el poder que algunos objetos tienen sobre mí: quizá debería ser capaz de prescindir de ellos, o quizás no, por qué tendría que hacerlo? Me haría sentirme más libre? Llegará un día en que ya no necesite llevarlo (y sentirlo) alrededor del cuello porque ya forme parte de mí?
En el fondo sé que no puedo renunciar a ciertos objetos y a la magia que encierran, como tampoco puedo renunciar a los deseos ....pero no soy la única, verdad?
Y de nuevo, por qué deberíamos?
No morimos un poco cada vez que renunciamos a un deseo?

4 comentaris:

elisabet ha dit...

ahir mateix se'm va trencar la cadena del picarolet ("el llamador de ángeles") que porto al coll i pensava que m'agafava un pallà...
ens aferrem a objectes inanimats i els donem una ànima, els carreguem d'una mena de poder supersticiós que ens manté en equilibri, que ens dóna una identitat.

Unknown ha dit...

yo iré contigo a comprar otro colgante, esa ciudad no la descubrimos del todo, eso queda pendiente.
A veces perder algo no es malo, es el principio de una nueva etapa y yo siempre he estado convencida que significa algo..., y aunque la perdida en ese momento nos parezca algo horrible, a la larga nos damos cuenta que era algo que tenia que pasar para encontrar y apreciar otras cosas nuevas y seguro igual de bonitas...

b7s

Ismael ha dit...

Me has recordado a Frodo con el anillo...

Es curioso porque estaba yo pensando en estas cosas hoy.

Monique LaMer ha dit...

Hola a los tres, y gracias.
Por partes.
Tens raó, Elisabet. Els objectes dels que no podem desfer-nos tenen ànima...el meu "picarolet" (paraula nova, gràcies) més que càrrega supersticiosa la té simbòlica; quan el vaig comprar portava temps pensant-ho...crec que conforme han passat els anys, la seua càrrega ha creixcut...
Nuria, te tomo la palabra, pero no en Julio, vale? Tú también tienes razón, y además no se me había ocurrido que a veces la pérdida es la señal de una nueva etapa...con lo que yo creo en las señales! Por cierto, no voy a parar hasta que me hagas caso!! Y sabes que soy muy cabezota!
Ismael: Frodo??? Lo llevo al cuello pero no me domina! Creo que tú y yo sabemos mucho de los objetos y de su carga simbólica...además me parece que ultimamente estás aumentando tu colección, será que por eso que se ha dado el Pensamiento Comunicante.
Muchos besos a los tres.