dijous, 6 de març del 2008

Derrumbando mitos a cañonazos



En una ocasión, alguien, (una mujer), me dijo que hombres y mujeres no pueden ser amigos; no me dió motivos, sólo dejó caer el comentario, pero recuerdo que le dije que no estaba de acuerdo. Hace ya bastante tiempo de aquello y sigo teniendo la misma opinión. Es cierto que en muchas ocasiones nadie te entiende mejor que otra mujer, pero no lo es menos que es muy importante contar con una opinión del sexo opuesto. Durante algún tiempo, tuve más amigos hombres, aunque no en una proporción muy elevada, pero hoy en día hay una paridad. De todos modos, hace bastante tiempo que no hago distinciones porque para mí ya no existe el grupo de las "chicas" y los "chicos", todos son amigos, en género neutro. He ido descubriendo que cada uno de ellos guarda un parecido conmigo, es decir, que veo reflejadas en cada uno de ellos las distintas facetas de mí misma, de modo que todos somos distintos pero todos nos parecemos en algo...me siento muy afortunada por todos y cada uno de ellos....creo que no es la primera vez que lo digo aunque sí puede que sea la primera que lo escribo: las palabras pronunciadas se las lleva el viento, pero las escritas permanecen.
Todo esto sólo me sirve de introducción para hablar de 4 personas.
Dos de ellas llegaron hace poco a mi vida pero mis días no serían iguales sin ellas; la perspectiva de pasar mis horas de trabajo en su compañía hace que no me cueste nada levantarme por la mañana; aún nos queda mucho tiempo para pasarlo juntas y muchas cosas por hacer y sé que después, cuando yo me vaya, seguiremos en contacto. Con ellas se rompe ese otro viejo mito de que no es posible hacer amistades en el trabajo.
Las otras dos personas son mis fardatxas....es difícil explicar lo que significan para mí, no existen suficientes palabras en el diccionario. Una de ellas llegó hace mucho tiempo y la otra más recientemente pero parece que ambas llevan toda la vida aquí. Puede que pase mucho tiempo entre nuestros encuentros, pero pensamos las unas en las otras contínuamente, en una suerte de conexión mental que nos hace estar siempre presentes.....somos las protagonistas de nuestro videoclip particular.
Besos a las cuatro.

(La ilustración procede de internet. Bill Waters, "Calvin y Hobbes")