dijous, 23 de juny del 2011

L´Affaire Diplomatique


Este post está dedicado al único Caballero
digno de semejante nombre....


Érase una vez un reino lejano llamado Iberdrolia, conocido por sus paisajes luminosos, sus lagos cristalinos, la elegancia y belleza de sus damas y la bravura y galantería de sus caballeros.
Iberdrolia era gobernado por un soberano de mano dura que ansiaba tener relaciones amistosas con sus vecinos y llevado por la necesidad de encontrar un embajador que portara sus deseos de buena voluntad, buscó entre sus huestes un caballero digno de tan alto honor, con la fortuna de encontrarlo en la persona de su mejor paladín, al que nombró Embajador plenipotenciario de Iberdrolia...



El Caballero de Iberdrolia era hombre versado en las delicadas facetas de la vida cortesana así como guerrero experimentado y se lanzó sin dudar a las tareas diplomáticas que su soberano le había encomendado. Su primera misión le llevó lejos de las tierras iberdrolianas y aunque el relativo desconocimiento del idioma que hablaban en su destino pudiera parecer un obstáculo no fue así y pudo realizar la labor encomendada, que no era otra que presentar los respetos de su rey a la Dama que gobernaba las Llanuras Valentinas.



El Caballero y la Dama habían tenido oportunidad de conocerse algún tiempo atrás; las Llanuras Valentinas eran tierras de dragones y olifantes, pero mientras los primeros eran seres nobles, los segundos causaban grandes desastres y el caballero había puesto a prueba su valor y su espada en numerosas ocasiones enfrentándose a aquellas bestias; el recuerdo de su valentía no se había perdido entre los habitantes de las Llanuras y la noticia de su visita causó gran placer a los valentinianos y a la Dama. La capital de las Llanuras se engalanó para recibirle y el pueblo se volcó para demostrarle su cariño y agradecimiento....

Y así fue como el Caballero de Iberdrolia hizo su entrada en el Salón de Ceremonias del Palacio de la Dama y pudo inclinarse ante ella y tomar su mano para besarla aunque sus labios no llegaran a tocarla (como marca el protocolo)...



....y hacerle entrega de las misivas que su rey le había encomendado y en su honor se celebraron banquetes y bailes, en los que se sirvieron las mejores viandas, se escanciaron los mejores vinos y se bailó al son de la música más dulce...

Y cuentan las Crónicas que en las Llanuras Valentinas siguió perdurando el recuerdo del gentil y valeroso caballero que había llevado la paz y los deseos de buena vecindad de un reino lejano....


....y que la amistad entre la Dama y el Caballero de Iberdrolia continuó en el tiempo esperando el día en que él también conquistara su propio reino y colocara la corona sobre su atribulada frente.....pero esa es otra Historia.



 
 

7 comentaris:

Martial 76 ha dit...

Me gustaría fumar de lo que tú fumas... esto es para enseñarnos la colección de playmobils? jajajaja! Antes de ver el mp3 y leer "pero eso es otra historia", enseguida pensé en Conan jajajajaja! Cuando nos veamos me pasas un par de dosis.

Monique LaMer ha dit...

Ya sabes que mi locura no necesita de sustancias artificiales, se mantiene sola :D
El caballero de Iberdrolia ha sido mi última adquisición, no tenía el personaje adecuado entre mis existencias (lástima que no tenga brioso corcel a juego!).
Y tú ríete, que los dos sabemos qué tienes encima de la estantería y no precisamente dentro de su caja!
Un beso, Druso

Mannelig ha dit...

Ay, en mi época no tenían esas cofias de malla bajo el yelmo. Ni los escudos y pendones tan chulos. Ni siquiera podían envainar la espada... Por lo demás, no han cambiado nada. Estos caballeros y damas se conservan mejor que bien, quizá en Iberdrolia tengan la fuente de la eterna juventud...

Monique LaMer ha dit...

Ah, Mannelig, no envainaban la espada pero los caballeros tenían armaduras más brillantes y plumas sobre el casco...de todos modos tienes razón, no han envejecido nada y observándolos uno puede llegar a creer que nosotros tampoco.
Un abrazo y gracias por comentar

Anònim ha dit...

Y el Caballero regresó al reino de Iberdrolia una vez cumplida su misión diplomática. A su llegada, y debido a su ausencia, Iberdrolia se había convertido en una tierra donde la dejadez, la inmoralidad y la indomimia reinaban por doquier. Humeantes hogueras, el olor de la quemazón y caudales de bebidas espirituosas rezumaban por doquier. El Caballero recordó las tierras que unas horas atrás abondonó, donde el recuerdo de La Dama y su exquisita hospitalidad y bondad, le hicieron hechar de menos las Tierras Levantinas, y junto a ellas, la paz y sabiduría que dicha Dama le había proporcionado en las escasas pero virtuosas horas de su encuentro. Aunque ni una gota de alcohol rezomara por su gaznate en dicha misión, cosa inaudita en el Caballero acostumbrado a las gracias de las bebidas espirituosas, su breve pero intensa cercanía con la Dama le hicieron olvidar sus miserias varias.
Una vez aplacadas las hostilidades inmorales de las tierras de Iberdrolia con virtuoso pero seguro movimiento de su acero, el Caballero se desplazó a la sala del Rey de Ibedrolia, al que trasladó los saludos de La Dama, y le encomendó en plegaria honrosa el permiso para representar a Iberdrola la próxima vez que en misión diplomática fuera necesario volver a Tierras Levantinas, estando dispuesto a luchar con cualquier caballero en aras de volver a disponer de dicho honor. De esa forma, quizás, volvería a tener el honor de acercar sus labios a la gentil mano de La Dama de las Tierras Levantinas. Y a Crom puso por testigo de ello ante su Rey.

Monique LaMer ha dit...

Oh.....

Ismael ha dit...

Madre mía, dedicado al único caballero... Lo que uno tiene que oír XD