En los felices tiempos en que dioses y humanos convivían, existía una región, más allá de Tracia, hacia septentrión, habitada por una raza de hombres tal, que hasta los mismos dioses, que pese a su carácter divino vivían sujetos a las pasiones y a las rencillas entre ellos y la Humanidad, los consideraban excelsos. Eran los Hiperbóreos.
Los Hiperbóreos eran hijos de Bóreas, el viento del Norte; eran inmortales y no conocían el dolor, la guerra o la pena y dedicaban su tiempo a las artes, sobre todo a la danza y a la música. Apolo, que gustaba de escapar de las obligaciones que lo agobiaban en sus santuarios, visitaba con frecuencia este paraíso donde podía ser él mismo, y pasaba allí los meses invernales, mientras Dionisos lo sustituía en Delfos.
En Hiperbórea la vida era plácida y hermosa: las ideas fluían, el arte estaba en todas partes y las gentes eran amables.....
Bienvenidos a Hiperbórea.....
(La ilustración procede de internet)
Los Hiperbóreos eran hijos de Bóreas, el viento del Norte; eran inmortales y no conocían el dolor, la guerra o la pena y dedicaban su tiempo a las artes, sobre todo a la danza y a la música. Apolo, que gustaba de escapar de las obligaciones que lo agobiaban en sus santuarios, visitaba con frecuencia este paraíso donde podía ser él mismo, y pasaba allí los meses invernales, mientras Dionisos lo sustituía en Delfos.
En Hiperbórea la vida era plácida y hermosa: las ideas fluían, el arte estaba en todas partes y las gentes eran amables.....
Bienvenidos a Hiperbórea.....
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