diumenge, 10 d’abril del 2011

Yellow






Pesas tan poquito. En brazos de tu padre eres diminuto.
Pero eres tan perfecto.
Cinco dedos en cada mano y en cada pie....y qué pies tan grandes! Si es que tienes a quién salir!
Duermes con la mano en la nariz, exactamente como en las ecografías que tu madre enviaba.
He tenido que esperar dos semanas para poder tenerte en brazos, pero la espera, como en todas las cosas buenas, ha merecido la pena.
No crezcas demasiado deprisa, que vivo cerca pero tan lejos.....

Bienvenido a casa, Pablo.